La posible llegada de Daniel Juárez al frente del Ente Municipal de Turismo y Cultura (EMTurYC) de Mar del Plata abrió una nueva etapa de especulaciones y tensiones políticas en la ciudad.

Tras la salida de Bernardo Martín, el nombre de Juárez comenzó a circular con fuerza en los despachos municipales y en el ámbito turístico, impulsado por su estrecha relación con el secretario de Turismo, Ambiente y Deportes de la Nación, Daniel Scioli.

Juárez es un dirigente de perfil político, identificado históricamente con el sciolismo. En los últimos años se desempeñó dentro de la estructura nacional de turismo y fue designado como responsable de la Unidad Turística Chapadmalal, uno de los complejos hoteleros emblemáticos del Estado nacional ubicados en el sur de Mar del Plata.

Su recorrido lo vincula también con sectores del peronismo local que en distintas etapas confluyeron alrededor del ex intendente Gustavo Pulti y del dirigente Rodolfo "Manino" Iriart, antes de reacomodarse en el nuevo escenario político.

La eventual designación de Juárez al frente del EMTurYC no se explicaría únicamente por su trayectoria administrativa. En el trasfondo aparece la expectativa de un mayor flujo de recursos nacionales para la ciudad, en un contexto de ajuste y restricciones presupuestarias.

Según distintas versiones que circulan en el ámbito político y empresarial, la llegada de un hombre de extrema confianza de Scioli podría facilitar la articulación directa con la Nación y destrabar fondos para la promoción turística y cultural de Mar del Plata.

En ese marco, Daniel Juárez habría sido pedido también por el empresario Florencio Aldrey Iglesias, una figura central del poder económico y mediático local.

De acuerdo a estas versiones, Aldrey Iglesias habría realizado gestiones y "lobby" político para que Daniel Scioli "bajara fondos" a Mar del Plata, considerando que la presencia de Juárez en el EMTurYC sería una garantía de diálogo fluido con el Gobierno nacional y de alineamiento con la estrategia turística que impulsa "Pichichi".

Sin embargo, la posibilidad de que Juárez asuma el control del ente no está exenta de resistencias. Desde sectores del turismo privado y de la política local se cuestiona su perfil, al que consideran más político que técnico, y se advierte sobre el riesgo de que el EMTurYC se convierta en una herramienta de negociación partidaria antes que en un organismo profesionalizado. También genera ruido su pasado en distintos espacios políticos y su rápida adaptación a los nuevos equilibrios de poder.

Así, el futuro del EMTurYC se encuentra en el centro de una disputa que excede la mera designación de un funcionario. La eventual llegada de Daniel Juárez condensa intereses políticos, empresariales y financieros, y pone en evidencia la puja por el control de un área estratégica para Mar del Plata, en momentos en que la ciudad busca sostener su protagonismo turístico en un escenario económico adverso.