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"Duro castigo" en La Libertad Avanza: Karina Milei relegó a los postulantes de Bullrich y tensiona el armado electoral

La ministra de Seguridad al rojo vivo.

En pleno cierre de listas, La Libertad Avanza (LLA) vivió una pulseada interna que dejó heridas visibles: Karina Milei habría rechazado y desplazado varios candidatos impulsados por Patricia Bullrich, una jugada que la nota describe como un "duro castigo" político y que revela la pelea por el control de las nóminas y la foto de campaña del oficialismo.

Según el informe, el veto de Karina Milei redujo de forma significativa la presencia de los postulantes vinculados a Bullrich en las listas tanto de la provincia como de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).

La decisión (explicada por fuentes internas como un esfuerzo por priorizar lealtades al núcleo del espacio) tuvo efecto inmediato en la conformación de las listas oficiales, donde los lugares reservados a sectores de Bullrich quedaron acotados o directamente anulados.

La paradoja que subraya la crónica es política: pese a haber sufrido ese recorte en la composición de candidaturas, Patricia Bullrich aparece como la cara visible y con mayor exposición mediática para la campaña, lo que profundiza las tensiones entre la línea más institucionalizada que ella representa y el control del aparato electoral que busca consolidar el entorno de Javier Milei.

Ese contraste obliga al oficialismo a convivir con dos narrativas distintas en la recta final hacia las urnas.

Analistas consultados por la pieza interpretan la maniobra como una estrategia dual: por un lado, contener eventuales fugas de poder y disciplinar la construcción de listas; por otro, mantener a Bullrich como figura pública de impacto electoral, aun si ello implica mostrar fracturas internas.

El resultado práctico, advierte la nota, es un mapa de candidaturas más homogéneo en términos de alineamiento con el liderazgo central, pero con el riesgo de exponer disputas que rivales y opositores no dudarán en capitalizar.

La tensión del cierre de listas deja por ahora abierta la incógnita sobre la capacidad del frente para cerrar filas de cara a la campaña. Si bien la visibilidad de Bullrich puede reforzar el atractivo electoral del espacio en ciertos sectores, el debilitamiento de su influencia en la confección de listas ilustra un conflicto de poder que, de prolongarse, podría traducirse en fugas de recursos, mensajes contradictorios y dificultades en la logística de campaña.

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