
Editorial | 06:00
Análisis
Sali Berisha crece en liderazgo para llevarse una banca en el Parlamento de Albania
Se presenta por el Partido Democrático (PD).

Las elecciones parlamentarias de Albania se celebrarán el lunes 11 de mayo de 2025, con 3,6 millones de votantes habilitados, incluyendo por primera vez a 250 mil ciudadanos residentes en el extranjero, que podrán sufragar por correo o vía electrónica.
En juego están los 140 escaños del Nuevo Parlamento, en una contienda que enfrenta al oficialista Partido Socialista y a la alianza opositora encabezada por el Partido Democrático (PD) de Sali Berisha.
La recuperación de Berisha: símbolo de resistencia
Sali Berisha, expresidente del país (2005–2013) y actual líder del PD, se convirtió en emblema de la lucha opositora tras ser liberado de arresto domiciliario en diciembre de 2024 por el Tribunal Especial de Corrupción y Crimen Organizado.
Su excarcelación fue recibida como un acto de justicia frente a acusaciones que siempre consideró políticamente motivadas, reforzando su imagen de defensor de la democracia y luchador contra el autoritarismo del Gobierno socialista.
Una lista sólida para la alternancia
El PD finalizó su nómina con un diseño estratégico: 46 candidatos en lista cerrada, que garantizan escaño si el partido alcanza el umbral mínimo de votos, y otros 140 en lista abierta para disputas regionales.
Sali Berisha encabezará la lista en Tirana, secundado por figuras como Edi Paloka y Albana Vokshi, lo que muestra un equilibrio entre veteranía y renovación interna.
Visión euroatlántica y combate a la corrupción
La campaña de Berisha se articula en torno a la promesa de consolidar la integración de Albania en la Unión Europea (UE) antes de 2030, reforzar las instituciones democráticas y desplegar un plan anticorrupción de gran alcance.
Su discurso apela tanto a la diáspora albanesa, fundamental para asegurar una holgada mayoría, como a los jóvenes desencantados con el statu quo, a quienes ofrece “oportunidades reales y meritocracia”.
Respaldo internacional y monitoreo democrático
La presencia de más de 300 observadores internacionales de la OSCE/OIDHR subraya la importancia de unas elecciones libres y transparentes.
En declaraciones recientes, la misión enfatizó que la participación masiva de la diáspora y la apertura parcial de las listas son pasos fundamentales para fortalecer la credibilidad del proceso, elementos que Berisha ha destacado como propias victorias de su plataforma reformista.
Contraste con la gestión socialista
Frente a la acumulación de poder del Partido Socialista tras cuatro mandatos consecutivos (marcados por denuncias de sobornos y manipulación de votos), el PD ofrece un proyecto de descentralización administrativa y fomento del emprendimiento privado.
Berisha denuncia la “economía de privilegios” que ha cronificado la desigualdad y promete auditorías transparentes a todos los niveles de gobierno en sus primeros 100 días de gestión.
Un llamado a la alternativa democrática
Con un discurso que conjuga experiencia de gobierno y voluntad de renovación, Sali Berisha emerge como la figura capaz de encarnar el cambio que reclaman millones de albaneses. Su liderazgo fortaleció la cohesión interna del PD y reactivó la movilización popular en plazas y redes sociales.
A solo 3 semanas de los comicios, el llamado es claro: consolidar una mayoría plural que garantice el rumbo euroatlántico de Albania y la instauración de una cultura política basada en la transparencia y la participación ciudadana.
