El malestar se instaló entre votantes y militantes de Acción Marplatense (AM) luego de conocerse que Gustavo Pulti, ex intendente de General Pueyrredon y recientemente electo concejal, no asumiría su banca en el Concejo Deliberante (HCD).

Según trascendió, Pulti priorizaría mantener su cargo en la Cámara de Diputados bonaerense, donde percibe una remuneración superior y dispone de mayor estructura política. La decisión es vista como un gesto de desprecio hacia los marplatenses que lo votaron con la expectativa de su regreso a la gestión local.

"¿Para qué se presentó entonces?", repiten dirigentes, militantes y vecinos en pasillos políticos y redes sociales. Dentro del propio partido lo acusan de haber usado la candidatura solo como una herramienta para medir fuerzas y negociar espacios de poder a futuro.

El sindicalista Raúl Calamante sería uno de los principales interesados en que Pulti no asuma, ya que esto le permitiría ocupar el lugar vacante en el Concejo. Sin embargo, el movimiento podría implicar que Melina Centurión, segunda en la lista de Acción Marplatense, deba ceder su lugar, lo que generaría aún más tensiones internas.

Entre reproches y rumores, el vecinalismo marplatense atraviesa una inesperada interna. Lo que parecía el relanzamiento político de Gustavo Pulti podría terminar convirtiéndose en un conflicto con su propia base, que empieza a expresar abiertamente su decepción.