La secretaría de Hacienda se ha vuelto un punto clave en el gobierno del presidente Javier Milei. Allí se decide hacia dónde va el dinero, cuánto corresponde a cada provincia e incluso muchos de los problemas de presupuestos de salud y discapacidad están ligados a esta área del Ministerio de Economía.

Hoy manejada por el Carlos Guberman, el sector fue una de las áreas más calientes para encontrar un encargado de esa área, así lo hizo saber también el Ministro de Economía, Luis Caputo, que hoy no solo destaca el valor de su elegido, sino que lo describe como el mejor en el puesto que podría haber conseguido.

Claro, no todo es tan sincero como parece. Si bien es cierto que costó mucho conseguir una persona para ese puesto, hoy Guberman no tiene voto, ni decisión en ese lugar, sino más bien es el encargado de cumplir las órdenes del presidente y el ministro, sin decir ni una palabra y solo cobrar su sueldo.

Muchos incluso sostienen que es raro verlo trabajar al frente de números y aportando toda su experiencia académica, y que antes de su llegada al gobierno Libertario no era un hombre de moverse en redes y que con su cargo asegurado comenzó a postear mensajes de cierta ferocidad económica como jamás lo había hecho anteriormente.

El problema para La Libertad Avanza es que comenzó a hacer evidente el débil, casi nulo, rol que cumple Guberman en el Gobierno y muchos comenzaron a cuestionar el salario que percibe el secretario por solo llevar sobre sus espaldas el nombramiento, ya que su salario es bastante importante y poco coincide con su desempeño.

No solo que no opina o aporta información a los armados de presupuestos, sino que solo debe ser el encargado de transcribir las órdenes económicas de Milei, que tampoco las escribe Guberman, ya que tiene bajo su mando a tres secretarios y/o asistentes que están a disposición de recibir sus órdenes para atender cualquier necesidad.