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Daniel Rodríguez Rodríguez y Noelia Ayala lanzan cuenta "oficial" de Las Fuerzas del Cielo en Villa Gesell sin aval partidario
Los concejales electos de La Libertad Avanza en Villa Gesell abrieron el perfil de Instagram @fuerzadelcielogesell sin autorización interna, generando cuestionamientos sobre su independencia y el uso político de la agrupación vinculada a la línea de Karina Milei.
A poco de confirmarse los resultados del 2025, la entrada de Daniel Rodríguez Rodríguez y Noelia Gisele Ayala como nuevos ediles de La Libertad Avanza (LLA) en Villa Gesell abrió una polémica local: ambos están vinculados a la agrupación Las Fuerzas del Cielo (definida como el "brazo armado" de Javier Milei), y habrían promovido la creación de una cuenta "oficial" en Instagram con el nombre de @fuerzadelcielogesell, sin autorización formal de instancia partidaria ni debates públicos en la comunidad.
La agrupación Las Fuerzas del Cielo fue lanzada en noviembre de 2024 como una estructura identificada con el núcleo duro de LLA. Su papel, según sus propios promotores, es consolidarse como guardia espiritual y operativa del proyecto libertario.
La novedad de la cuenta local generó rechazo e inquietud entre sectores de la oposición y vecinos. La iniciativa de Rodríguez y Ayala (hasta ahora sin mandato activo) de erigir una identidad digital propia ligada a Las Fuerzas del Cielo resulta por lo menos sorpresiva: no figura ningún anuncio oficial del partido donde se haya aprobado ese paso.
Por un lado, quienes defienden la movida aseguran que la cuenta busca agrupar militancia, comunicar actividades y expandir la presencia de LLA en Villa Gesell, algo habitual en nuevos espacios políticos. Sin embargo, críticos advierten que la creación de un canal con logos, símbolos o discursos asociados a una agrupación que convoca a la movilización con contenidos polémicos, como los que ya motivaron denuncias penales contra Las Fuerzas del Cielo por “incitación al odio e intimidación pública” en otros distritos.
El problema, según los detractores, no es tanto el uso de redes (hoy esencial en las campañas) sino la falta de transparencia: no hay acta partidaria, documento público ni debate comunitario previo al lanzamiento del perfil. La opacidad de esa decisión alimenta suspicacias sobre intenciones reales: ¿Se busca movilizar militancia local bajo un paraguas con resonancias nacionales? ¿Qué implicancias tiene para la institucionalidad municipal?
Por su parte, LLA obtuvo en las elecciones de 2025 el primer lugar en la lista local, garantizando que Clarisa Armando, Daniel Rodríguez Rodríguez y Noelia Ayala ingresen al Concejo Deliberante de Villa Gesell. Tras la presentación oficial de los candidatos, la agrupación celebró su triunfo asegurando que trabajarán “para torcer el rumbo de la ciudad y ponerle límites al Gobierno municipal”.
Ahora, con la cuenta @fuerzadelcielogesell en marcha, el foco está en cómo definirán su rol: si como bloque político formal, como agrupación paralela, o como instrumento de movilización. Esa ambigüedad (sumada al antecedente de denuncias contra Las Fuerzas del Cielo a nivel nacional por promover violencia y discursos de odio) preocupa a quienes vienen advirtiendo que la línea libertaria en su versión más extrema podría desembarcar en espacios municipales.
Para muchos vecinos, la pregunta clave es si Rodríguez Rodríguez y Ayala asumirán como concejales representativos de todos los geselinos, o como portavoces de una agrupación militante con objetivos propios y acción directa. Que esa línea esté todavía sin delimitar genera desconfianza y tensión política en una ciudad que ya mostró su malestar ante los saltos de bancada, fusiones de partidos y cambios abruptos en la representación local.
Con la ciudad expectante ante lo que viene, este episodio plantea una disyuntiva clara: institucionalizar la democracia local o potenciar una fuerte apuesta de movilización ideológica desde lo digital. El tiempo definirá si la cuenta de Las Fuerzas del Cielo en Gesell se consolida como un canal de militancia interna o si queda como símbolo de una polémica sin debate.
