La apertura de un nuevo McDonald’s en Moreno volvió a poner sobre la mesa una deuda estructural del distrito: la ausencia de una Terminal de Ómnibus de media y larga distancia. El local de comidas rápidas, que funcionará las 24 horas, fue inaugurado con la presencia de la intendente Mariel Fernández, quien enmarcó el hecho dentro de las acciones impulsadas desde su gestión.

Sin embargo, el contraste con la situación actual del transporte genera cuestionamientos. Rodar desde Moreno hacia otros destinos implica esperar sobre la colectora, sin infraestructura mínima para pasajeros: no hay sala de espera, sanitarios, cafetería ni servicio de información, y la exposición a condiciones climáticas adversas es constante.

A esto se suma una denuncia recurrente: la actuación de los denominados “guarda valijas”, que cobran hasta 3 mil pesos por cargar equipaje sin ningún tipo de control municipal ni regulación formal.

Dirigentes de la oposición local señalan que mientras se inauguran comercios privados, la falta de una Terminal afecta directamente a trabajadores, estudiantes y familias que viajan a diario hacia distintos puntos del país o hacia el Área Metropolitana.

En un distrito donde las conexiones de transporte cumplen un rol esencial, la prioridad de inversiones vuelve a ser eje de discusión: ¿por qué se avanza en un polo gastronómico antes que en una infraestructura que brinde condiciones dignas a los usuarios?

La pregunta que queda instalada es si la decisión municipal beneficia a toda la ciudadanía o genera progresos aislados que dejan sin respuestas a una necesidad histórica de Moreno.