La evolución de la tecnología y la creciente preocupación por el impacto ambiental han impulsado una transformación en la industria del packaging. Cada vez más empresas buscan soluciones sostenibles que reduzcan la contaminación sin comprometer la calidad de los productos.

En este contexto, una firma argentina ha dado un paso clave con un desarrollo innovador que promete cambiar el panorama del embalaje biodegradable en el país. Se trata de Enpolex, una compañía cordobesa que ha lanzado Biopek, un material de biodegradación acelerada que se perfila como una alternativa revolucionaria al telgopor tradicional.

Biopek es un material que combina las propiedades del EPS convencional con la capacidad de descomponerse en menos de cuatro años en vertederos activos. A diferencia del telgopor común, que puede tardar muchos años en degradarse, esta innovación ofrece una solución más ecológica sin sacrificar eficiencia térmica ni resistencia mecánica.

Su uso ya ha sido aprobado por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), lo que garantiza su seguridad para aplicaciones en la industria alimenticia y farmacéutica. Además, su tonalidad levemente "kraft" lo distingue visualmente del EPS convencional.

“Este avance fue posible gracias a la colaboración entre Enpolex, el grupo mexicano Styropek y la Asociación Argentina de Poliestireno Expandido (AAPE). Esta innovación responde a la necesidad de ofrecer un producto con menor impacto ambiental, considerando que en Argentina la tasa de reciclado de EPS es del 14 por ciento, mientras que en Europa supera el 50%. Con Biopek, brindamos una alternativa sustentable que permite que los residuos no reciclados se degraden en menos tiempo, reduciendo la contaminación ambiental", afirmó el directivo Mariano Comba, CEO de Enpolex.

El material ya se utiliza en la industria de heladerías, donde Enpolex ha migrado el 100% de su producción a esta nueva tecnología. Su capacidad de aislamiento térmico y resistencia mecánica lo hacen ideal para el embalaje de alimentos, medicamentos y productos sensibles. A medida que más sectores busquen alternativas ecológicas, Biopek podría reemplazar progresivamente al EPS tradicional en el embalaje industrial y farmacéutico, ofreciendo la misma funcionalidad con un menor impacto ambiental.

Los beneficios de Biopek van más allá de su rápida biodegradación. Al mantener las propiedades del telgopor convencional, garantiza la protección de los productos sin generar costos adicionales para las empresas. Además, su implementación en distintas industrias permite reducir la cantidad de residuos plásticos de larga vida en los vertederos.

Mientras que, a nivel económico, ofrece una solución competitiva que puede alinearse con normativas ambientales cada vez más exigentes a nivel global, favoreciendo a las compañías que apuestan por la sostenibilidad.

A largo plazo, Enpolex espera expandir la presencia de Biopek en más sectores y consolidarse como referente en el desarrollo de soluciones de packaging biodegradable.

“Actualmente, este material ya se está siendo utilizando en países como Chile, México y Estados Unidos, mientras que Brasil avanza en su adopción. Proyectamos que esta innovación impulse nuevas investigaciones en materiales sustentables y contribuya a la construcción de un futuro donde el packaging biodegradable sea la norma y no la excepción.” agregaron desde Enpolex.