El dirigente peronista de Tigre, Juan Vera, difundió en las últimas horas un mensaje cargado de tono doctrinario y apelaciones directas a la militancia, donde llamó a "una nueva resistencia" pacífica frente a lo que definió como una serie de males que afectan al país. Su reflexión, dirigida a "camaradas y compatriotas", busca instalar un clima de alerta dentro del justicialismo y promover una reorganización del movimiento desde la idea de unidad y acción coordinada.

En su texto, Vera enumeró lo que considera las "lacras" que invadieron a la Argentina: inflación, despidos, droga, juego, injusticia, saqueo, corrupción, traiciones y delincuencia absoluta. Según el dirigente, estos flagelos representan una ruptura con la visión "justa y serena" del peronismo tradicional y obligan a la militancia a asumir un rol activo en defensa de la “verdadera forma de vida” del pueblo argentino.

El referente tigrense pidió a sus compañeros y simpatizantes confluir en una causa superior que trascienda diferencias internas y externas. Señaló que la defensa de la familia (a la que define como "célula básica de la sociedad") y de las instituciones patrias debe ser el eje articulador de una unidad que permita enfrentar "la agresión despiadada y sin límites" de estructuras que, según él, buscan imponer un proyecto ajeno al interés nacional.

Vera también extendió su convocatoria más allá del peronismo, al asegurar que este llamado involucra a "todos los hombres de buena voluntad", incluidos amigos, adversarios o incluso enemigos, sean argentinos o extranjeros que habiten el país.

Su planteo insiste en la necesidad de una "unidad de concepción para la unidad de acción", siempre bajo el marco democrático, aunque advirtió que esa democracia debe ser "verdadera y no falsa". Desde Tigre, el dirigente busca así reposicionar su discurso dentro de un clima político convulsionado y marcado por tensiones crecientes.